Tuesday, January 30, 2007

Bangkok al fin!

Pués bien, aterrizé en Bangkok el pasado 24, a eso de las 7:20 AM; el arreglo original era que Sawitree iba a estar esperandome, pero hubo una confusión con la fecha de llegada (ella pensaba que era el 27), peor aún ella debía estar fuera de la ciudad en por su trabajo en ese momento, así que ni hablar de encuentros emotivos en el aeropuerto. Intentamos conseguir un amigo para que me esperara pero no hubieron voluntarios, por lo cuál allí estaba yo, mochila al hombro y maleta en mano, sin saber ni "Mu" del idioma, para donde ir, o como llegar allí. Excelente comienzo, a la aventura mis valientes!
Primero lo primero así que chequé el correo en unas terminales de internet muy coquetas que estaban desparramadas por varios lugares del aeropuerto. Funcionan con monedas así que tuve que cambiar los Euros que llevaba encima para lograr algo de liquides. Primera noticia en la casilla es que el hotel donde había hecho reservación respondía que estaba lleno, me daban la alternativa del ir al Woraburi Hotel & Resort en la quinta loma del €~#$ en cambio. Fuí al nivel inferior buscando un taxi, por suerte "Taxi" es una palabra de los más internacional y no cambia en ningún lado.
Lo primero que hice fué intentar subirme del lado del chofer, resulta que acá manejan por la derecha, que si en algún momento lo supe ya se me había olvidado totalmente. Así que, después de quedar quemado como un completo desubicado e ignorante me subí por el lado correcto y arrancamos con el muy sonriente y poco anglo parlante chofer rumbo al Woraburi.

Primeras impresiones saliendo del aeropuerto, llama mucho la atención la escala de las obras de infraestructura vial, la "expressway" (así, en inglés) es algo monumental, una mole de concreto que en algunos lugares se eleva más de 15 o 20 metros sobre el nivel del suelo. La autopista era enorme y el tráfico fluía bastante bien, hasta que empezamos a llegar a la ciudad...
El tráfico de Bangkok es casi que legendario, un atasco generalizado con motociclistas suicidas y peatones que reciben una medalla cada vez que consiguen cruzar una calle.






Calle Rama IX y ExpressWay, desde un cruce peatonal.









El viaje hasta el Woraburi demoró unos 40 minutos, el lugar era bastante agradable, no se sentía demasiado calor y fueron muy atentos en la recepción, hasta ahí todo bien y después tuve que pagar. 1150 (33 dólares) baht más un deposito de otros 1000 para una estadía de una noche; supongo que es algo bastante razonable para una habitación simple con baño y aire acondicionado, pero para uno que viaja con presupuesto de linyera esas cosas duelen.
La habitación en si estaba aceptable en terminos generales, había un equipo de aire acondicionado enorme en el techo (casi la mitad de tamaño de la cama), daba hasta temor encender semejante bestia. Lo único que no me gustó para nada es que el baño tenía una ventana de ventilación... que daba directamente al pasillo del hotel, colocada justo encima del WC. Digamos que desde un punto de vista del pudor y las buenas costumbres no es algo del todo adecuado, sobretodo porque el diseño no permitía cerrarla (aunque no se podía ver hacia adentro)
A la noche me limité a unos arroyaditos primavera y una coca en el restaurant del hotel antes de ir a dormir; en el restaurant era dificil ignorar al típico turista sexual de Tailandia, europeo o americano pasando los 45 pegoteado a una joven tailandesa, digamos que de los huespedes que ví al menos dos tercios entraban en esa categoría.
Y así, sin mucha pompa y circunstancia terminó mi primer día en Krung Thep "Ciudad de Angeles".

Friday, January 26, 2007

Última etapa

Miercoles 24 de Enero

El vuelo entre Paris y Colonia lo había reservado en GermanWings, una aerolinea "Low Cost" alemana; por el calificativo me esperaba un servicio modesto, un avión de segunda y cosas por el estilo. Error, el servicio fué excelente, el vuelo partió y arrivó exactamente a la hora que debía, el avión estaba impecable y aunque por lo corto del trayecto no había comidas ni nada, la tripulación era muy atenta y profesional, le doy dos pulgares arriba a GermanWings, esta "low cost" le dá tres vueltas al servicio de corta distancia de Iberia.
Ahh, solo y por mis propios medios en el aeropuerto de Colonia, mi vuelo hacia Bangkok parte en 4 horas y necesito tomar un tren hacia Dusseldorf para abordarlo. En la estación de trenes hay una máquina expendedora de boletos, y está toda en alemán... vaya problema. Luego de dar unas ochocientas vueltas veo un local en la terminal que dice Die Bahn "El tren", muy pedestre lo de los nombres aquí en Alemania, pero bastante ilustrativo. No sé que problema tenía la señora en el frente de la fila pero demoró como 40 minutos en solucionarlo, mientras yo sudaba bajo el peso de la mochila y el tiempo que se me acababa. Al final consigo el pasaje para el tren (dos, de hecho) y salgo corriendo hacia la estación. El tren era bastante moderno, y viajaba casi vacío; solo habían dos personas en mi vagon, un hombre y una mujer que no dejó de hablar por el celular ni un minuto durante todo el trayecto. Me quedé con las ganas de conocer Alemania, los pueblitos que atravezabamos eran adorables, incluso las casuchas más pobres tenían su propio encanto (y antena parabólica!). Antes de llegar al aeropuerto de Dusseldorf debí cambiar de tren en una estación, pasé bastante frío en los andenes mientras esperaba exactamente 10 minutos a que llegara el tren (lo de la puntualidad Alemana no es cuento).
En el aeropuerto de Dusseldorf abordé una especie de monorail suspendido automatizado y cybernético que me llevó hasta la terminal correcta, demoré unos minutos en orientarme pero pude encontrar la puerta de embarque hacia Bangkok; ya falta poco!
El vuelo en LTU fué excelente, avión moderno y bien cuidado, buen servicio, buena comida; todo diez puntos. Demoró 11 horas en llegar a Bangkok atravesando toda Europa, Medio Oriente, Pakistán, Afghanistan, la India, Bangladesh, Myanmar y quien sabe que otros lugares. Finalmente, poco después del amanecer, Tailandia...

París

Ahhh, Paris al fin! Nos sueltan del avión en la esquina más remota del aeropuerto sin ninguna indicación, espero media hora como un buen nabo uruguayo a que aparezca la valija en la cinta del equipaje, hasta que alguien avisa que el equipaje está en otro carrusel más alejado; la pobre valija ya tenía un mareo de novela de tanto dar vueltas esperandome. Todo pronto para conocer Paris, a buscar a Sara!

La encuentro a penas salgo del area de arrivos, no pude avisarle que el vuelo se había retrasado, pero ella había llegado tarde así que el universo conservó su balance temporal. Que genial es al fin conocer a alguien con quien tanto se ha conversado pero jamás tenido cerca, es muy emocionante, y Sara resulta ser tan divertida e interesante en persona como lo es a distancia.
Después de cambiar algunos dólares por Euros vamos rumbo a la estación del metro donde empiezo a enterarme de como es el sistema. Compramos boletos de ida y vuelta entre el aeropuerto y una estación más central. Al rato aparece nuestro tren y abordamos, ¡que emoción!, mi primier viaje en tren. El aeropuerto, en palabras de Sara, queda realmente "en el quinto carajo", yo voy con los ojos como platos viendo pasar el paisaje sub-urbano industrial de las afueras de Paris.







Sara + metro = que buen viaje!








El metro de Paris es una experiencia completamente nueva para mi, un inframundo vasto y activo; definitivamente estas cosas no se ven en Montevideo. No sé como pero Sara navega entre los tuneles y trenes como si nada, yo me siente totalmente despistado aunque trato de entender la mecánica del metro. Luego de dar unas cuantas vueltas, subidas y bajadas tomamos un tren que nos lleva hasta Vitry, el barrio en el que viven Sara y Florian.
Dice Sara que el barrio tiene mala fama enter los parisienses, aunque a ella le encanta la diversidad cultural del sitio; desde la estación hasta su apartamento vamos viendo algo de esa diversidad con restaurantes de todos los origenes, chinos, libaneses, egipcios, etc... En la arquitectura me resulta bastante similar a algunas zonas de Montevideo, si hasta la cartelería publicitaria es exactamente la misma! Luego de un kilometro más o menos llegamos al apartamento, cerca de una iglesia de lo más bonita. El lugar es muy agradable y está en pleno proceso de pintura, la vista es bastante buena aunque, como siempre, las peliculas engañan y no es verdad que desde cada ventan de Paris se vea la Torre Eiffel.

Luego de descargar el equipaje conversar un rato salimos a la aventura, de nuevo al metro rumbo a Notre Dame. Qué maravilla, realmente es tan hermosa como la describen; es una desgracia el tener tan poco tiempo y solo poder dar un vistazo al interior. Sara lleva su cámara así que tomamos varias fotos.







Oh la la!, muy bonito aquí. Notre Dame y el Sena.














Los dos muy risueños dentro de la catedral.













Sara sabe tomar buenas fotos.







Saliendo de Notre Dame damos un paseo por la orilla del Sena, hace bastante frio pero es muy agradable, cruzamos debajo de varios puentes mientras contemplo la arquitectura en la orilla opuesta; me llama la atención la poca cantidad de gente con la que nos cruzamos, dos o tres personas nada más. Salimos del Sena y vamos a recorrer callejuelas buscando algún lugar donde comer algo, caémos en un pequeño restaurant atendido por un griego muy simpático y ordenamos soupe à l'oignon y pollo con papas; la sopa estaba exquisita, aunque talvez era demasiada, y las últimas cucharadas bajaron por el gargero más por cumplir con el deber que por disfrutar del sabor. El pollo estaba OK, nada espectacular y no particularmente tradicional, pero sacó el hambre.
sara coordinó con Florian para encontrarnos en una fuente cercana e ir a la Torre Eiffer como última parada del día. El dueño del restaurant nos dió las indicaciones para llegar fácilmente y partimos hacia allí. Por algún motivo se ponen a bailar el baile de los Umpa Lumpas en cuanto se encuentran.






Vista desde el segundo nivel.








La torre Eiffel es mucho más impresionante de lo que pensaba, las fotos ciertamente no hacen justicia al tamaño inmenso de la construcción. Aparte de estar iluminada cada media hora se encienden miles de flases por toda la torre, es todo un espectaculo. Subimos por el ascensor hacia el segundo piso, a unos ciento y pico de metros de altura; la vista ya era maravillosa desde esa altura, pero desde "le top" es mucho mejor, habiendo ido por la noche es fácil entender porque Paris es la ciudad luz, se extendía tan lejos como podía ver, y desde allá arriba se puede ver a una gran distancia!. La vista era espectacular pero se hacía tarde y había que regresar; de vuelta en el apartamento todos a dormir (al menos 3 o 4 horitas).

A las 3:30 AM Sara y yo ya estabamos de pié (aunque no podría asegurar que estuvieramos despiertos) preparandonos para volver al CDG para tomar el vuelo hacia Colonia, luego de correr varias cuadras porque se nos iba el bus pudimos tomarlo sin problema. Al subir al segundo (a esa hora no estaba funcionando el metro) surgió el problema de que los boletos que teníamos no servían, pero el chofer, Aloin creo que se llamaba (Sara, me corriges?), nos permitió viajar en el frente del bus sin boleto mientras conversaba de fotografía y otras cosas con Sara; a eso le digo yo tener buena onda. Bajamos del bus, subimos (de hecho bajamos) al metro y de allí al aeropuerto, también tuve una despedida corta allí; pero espero que podamos vernos de nuevo pronto Sara. Gracias a ti y a Florian por haberme recibido, lo pasé muy bien!

Rumbo norte

Lunes 22 de Enero:

Comienza el descenso hacia el aeropuerto de Barajas, Madrid está cubierto de niebla muy espesa, hay momentos en que pierdo de vista la punta del ala, así de espesa está la cosa.

Sobre la pista la vista es asombrosa, la niebla y las luces del aeropuerto crean un ambiente espectacular, de a poco el avión carretea hacia la terminal y me doy cuenta que por primera vez estoy en Europa. El trámite de immigración es sospechosamente simple, me esperaba algo más al nivel de la Gestapo o similar por lo que me habían contado.
El aeropuerto es enorme, tomo un tren para pasar de una terminal a otra. El apuro no sirve de mucho, el vuelo a Paris (Iberia) está demorado 50 minutos; a esperar e intentar inútilmente conectarme a Internet con el WiFi del notebook.

Al fin aparece el vuelo de MAD a CDG (Barajas-Charles de Gaulle), un McDonnel Douglas bastante vetusto, la hubicación dentro del avión es a quien llegue primero, yo me paso de vivo y me instalo inadvertidamente en la "Business Class", me percato del error y con más verguenza que ética me voy al fondo con la plebe; los asientos son la misma cosa así que no le noto la diferencia. Esta vez no dá para hacer elojios sobre el vuelo, aparte del estado decrépito del avión no hay servicio a bordo de ningún tipo. Al menos bajamos en una sola pieza en Paris.

La partida

Domingo 21 de Enero:

Aeropuerto de Carrasco, las despedidas siempre son tristes, así que la mía fué lo más corta posible; mis padres y mi tia me acompañaron hasta el aeropuerto y en 5 minutos les dije adiós. De todas las cosas que me dicen que me quede el dejar a mi madre es la que más fuerza tiene, no está nada bien psicologicamente y necesita mucha contención.
En el mostrador de la aerolinea les costó bastante trabajo comprender como alguien podía tener pasajes de ida solamente hacia Tailandia, era como ese juguete infantil de encajar formas dentro de su agujero correspondiente. En la cabeza de los empleados los pasajes de solo ida eran el tarugo redondo y Tailandia era el agujero cuadrado, no entraba y tuve que meterlo a fuerza de insistencia .

Tengo la suerte de llevarme como último recuerdo de Uruguay un hermoso y soleado día de Verano; algunas nubes por aquí y allá y un horizonte muy lejano y brumoso.
El servicio en el avión de Iberia es muy bueno, un Airbus A340, la comida es, casualmente lo mismo que almorzé antes de irme, o casi. Me sorprendió el hecho de que, habiendo comprado pasajes clase turista, estuviera sentado en la zona BIP... Si, BIP, de algún lugar muy cercano a mi asiento se escucha un "Biiip-Biiip-Biiip" insistentemente durante casi todo el viaje.

Es de noche sobre algun lugar de Brasil, un fino arco de luz de luna está acercandose al horizonte, debajo hay relampagos rojizos y una telaraña de luz eléctrica... Biiip! Biiip!

Siete horas de vuelo, sobre el Atlántico frente a Africa, calcúlo, ya no reconozco las constelaciones.

Saturday, January 20, 2007

Haciendo las valijas

¿Cómo meter una vida dentro de una valija y una mochila?, la respuesta, al menos en mi caso, es que no se puede. Se puede guardar ropa, algún efecto personal, talvez una foto. Pero la vida no se lleva en una valija, se lleva en los recuerdos y experiencias. Así que en mi valija van un par de mudas de ropa, una valija más pequeña con aeromodelos de vuelos de interiores (eso lo voy a tener que explicar algún día) y varias postales de Tailandia enviadas por Sawitree.
El lector curioso se preguntara quien es Sawitree, en teoría es mi novia, falta hacer la práctica de campo para lograr el diploma pero mi convencimiento por lo que hay entre los dos es más fuerte que el planeta que nos separa. Nos conocimos hace ya más de un año, un día recibo un e-mail, "hola, vi tu foto y me gustan tus ojos y tu sonrisa, ¿podríamos hablar algún día?" (en inglés, por supuesto), "si, como no" respondí con cierta incredulidad, es decir uno no recibe ese tipo de correos todos los días, por más simple que sea en su redacción... y mucho menos de alguien que vive en Tailandia.
Pués comenzamos a chatear de vez en cuando, e-mails que van y que vienen y a los pocos meses tuvimos que enfrentar el hecho de que algo estaba creciendo entre los dos; algo extraordinario desde su inicio hasta sus concecuencias, suficiente para motivarme a hace un cambio radical en una vida que se venía desarrollando, más o menos, de acuerdo al plan.

En 15 horas parto rumbo a Tailandia, casi tan lejos de Uruguay como se puede ir, son tres días de viaje, cuatro aviones y un corto trayecto en tren. Los últimos 3 meses he estado demasiado preocupado con los preparativos del viaje como para pensar mucho en como va a ser vivir allá; ya me iré enterando de lo que me espera, este blog va a ser un diario de vida de esas experiencias.